1. Pals
Pals es conocido por ser uno de los pueblos con más encanto de la Costa Brava. Cuenta con un valioso patrimonio histórico y destaca por ser una de las vilas medievales mejor conservadas. Destaca la Torre de las Horas, sus calles empedradas, El Campanario, el recinto gótico con sus casas de piedra y el mirador de Josep Pla. Además, también es conocido por sus arrozales, las playas de dunas que forman parte de un parque natural y para los amantes del golf pueden disfrutar del primer campo de golf de la Costa Brava (Golf Platja de Pals) que forma parte del Hotel Resort La Costa.
2. Begur
El municipio muestra una importante influencia indiana, ya que muchos begurenses emigraron a Cuba y al volver, construyeron majestuosas casas de estilo colonial. En septiembre se celebra la Fira d’Indians, donde las calles se adornan al estilo cubano y se llenan de ritmo caribeño.
Destaca por sus playas y calas más bellas de la Costa Brava, como Aiguafreda, Illa Roja, Sa Tuna, Sa Riera y Aiguablava.
3. Peratallada
Es uno de los pueblos con más hermosura de la Costa Brava, se caracteriza por sus calles de piedra y sus paredes cubiertas de flores como la hiedra o la buganvilla. Además de las flores que cubren los balcones y patios. Peratallada es otro de los pueblos medievales del Baix Empordà cuenta con un castillo fortificado, un palacio y murallas y una iglesia románica del siglo XII.
Su nombre proviene de su desarrollo arquitectónico de las primeras construcciones, basadas en la piedra “pera” cortada “tallada”.
4. Tamariu
Es un pueblo de la costa palafrugellense, destaca por un paseo lleno de restaurantes locales que sirven marisco y pescado de roca frente al mar. Una playa con una gran oferta de actividades acuáticas como alquiler de kayaks, paddle surf, patinetes y clases de submarinismo.
Tamariu cuenta con playas poco conocidas como Aigua Xelida y Cala d’Aigua Dolça.
5. Cadaqués
Un pueblo pesquero y de casas blancas que inspiró al artista Salvador Dalí. Cadaqués cuenta con un casco antiguo muy particular, el laberinto de callejuelas pintados de color blanco y azul. Cuenta con una fascinante gastronomía local, tiendas locales, talleres artesanales y galerías de arte.
Recomendamos visitar Portlligat, donde se encuentra una de las viviendas de Dalí y Gala, y perderse por la reserva del Cap de Creus y sus aguas cristalinas.
Para más información consultar: Los pueblos de l'Empordà